The Syrian conflict: the likely roadmap towards a required solution


Bajo el título “The Syrian conflict: the likely roadmap towards a required solution”, INCIPE organizó el 6 de junio un desayuno de trabajo. El conferenciante invitado, Joseph Bahout, consultor y miembro del Centro de Análisis, Previsión y Estrategia (CAPS) del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, abogó por una intervención de occidente más decidida en el conflicto sirio. Para Joseph Bahout, no se trata de un fenómeno nuevo: las potencias regionales e internacionales están moviendo sus fichas en Siria. Para Rusia, más allá del estratégico puerto de Tartus en el Mediterráneo, el país es un nuevo trampolín para ganar presencia en la escena internacional. La lectura que Moscú hace del conflicto es la de una guerra civil entre dos partes de la sociedad siria. Bajo este prisma, la solución política, a negociar en Ginebra II debe, por tanto, incluir a todos los actores implicados, regionales e internacionales.

Por lo que se refiere a Estados Unidos y a Occidente en general, Siria ha iniciado una revolución en 2011 que, aunque ha evolucionado en estos dos años, está encaminada a producir una transformación política, señaló Bahout.

A todo ello hay que añadir el papel de actores relevantes en la escena medio oriental como Irán, para quien el futuro de Siria está inexorablemente unido al suyo propio. O el de Arabia Saudí y Qatar, tradicionalmente enfrentados a la potencia persa y quienes, con su capacidad financiera, pueden ser decisivos a la hora de inclinar la balanza del lado de los rebeldes.

Mientras la guerra sigue diezmando el país (100.000 muertos y 5 millones de desplazados dentro y fuera del país), la próxima Conferencia de Ginebra es vista con escepticismo. El papel de Assad y el futuro de la comunidad alauí en un futuro gobierno de transición no logran poner de acuerdo a las parte implicadas. El riesgo de “enquistamiento”, según Joseph Bahout, de las conversaciones, a la imagen de lo que ocurre entre Israel y los palestinos, es latente.

Así las cosas, los escenarios más probables del conflicto en Siria, iniciado en 2011, son poco halagüeños. El riesgo de implosión de toda la región parece hoy más cercano que nunca, con la posibilidad real, aunque no inmediata, de una fragmentación del territorio sirio, delimitado a día de hoy por las propias dinámicas internas de la guerra.

Tras la exposición de Bahout el encuentro continuó con un interesante debate en el que participaron especialistas de diferentes ámbitos. En este se abordaron diversas cuestiones como la posibilidad de una mayor implicación en Siria por parte de los países europeos, el papel de los islamistas y la posible inscripción de la milicia chií libanesa Hezbolá en la lista de organizaciones terroristas de la UE.

 

 

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