La OTAN y su continuo proceso de adaptación
El 17 de abril INCIPE organizó un Desayuno de Trabajo bajo el título La OTAN y su continuo proceso de adaptación que corrió a cargo de José María López-Navarro, Information Officer, OTAN. En su presentación, López-Navarro desgranó los principales retos a los que se enfrenta la organización y destacó la capacidad de adaptación de la OTAN en el contexto de un “espacio estratégico mutante”.
Así, el cambio de paradigma tras la Guerra Fría, las actuaciones en las Guerras de los Balcanes, la evolución de misiones de combate a misiones de formación en Afganistán y las misiones marítimas, entre otras, son un ejemplo de la destreza de la OTAN a la hora de responder a los cambios globales. Hoy en día, la alianza busca contrarrestar las ciberamenazas y la guerra híbrida, empleando para ello el denominado “enfoque en 360 grados”, que engloba todo de tipo de actuaciones, pero prestando atención a dos de los grandes problemas: la tensión en el este de Europa y la presión migratoria desde el sur. Para ello, la organización ha revisado su actuación en cinco áreas: el fortalecimiento de la defensa colectiva y de la capacidad de disuasión, la proyección de estabilidad hacia el sur (entrenando a las fuerzas de seguridad de países del Magreb), la lucha contra la amenaza terrorista, el fortalecimiento de la relación entre la Unión Europea y la propia OTAN (destacando la creación de un centro en Helsinki contra la Guerra Híbrida) , así como la reforma de la estructura de mandos de la alianza, creando un mando marítimo y otro de carácter logístico para el movimiento de tropas en Europa.
Además, desde 2014, la OTAN ha desplegado varios contingentes en los países del Este: en las repúblicas bálticas y en Polonia se encuentran acantonados cuatro battlegroup, en el Mar Negro se sitúa el cuartel de la brigada multinacional, y hay ocho pequeños acuartelamientos en los países limítrofes con Rusia. Este despliegue busca mandar señales efectivas de que hay una capacidad de despliegue. En lo relativo a la lucha contra el terrorismo, López-Navarro señaló que la prioridad es “enseñar a los socios a defenderse”, pero también mencionó la creación de una unidad de inteligencia exclusiva de la OTAN.
Asimismo, destaca el esfuerzo de los países miembros por llegar –o al menos acercarse- al gasto en defensa del 2% del PIB y puso sobre la mesa los ejes sobre los que girará la actuación de la OTAN en los próximos tiempos: la colaboración en la movilidad militar, la lucha contra el terrorismo, la inclusión de más mujeres en el seno de la organización y, a través de la campaña #WeAreNATO en las redes sociales, dar a conocer la alianza atlántica y sus valores –defensa de la libertad individual, de los Derechos Humanos y de la Democracia- a los jóvenes.
Pablo Blanco
INCIPE