Perú y la Alianza del Pacífico. Perspectivas actuales
INCIPE celebró el pasado 14 de febrero de 2017 un Desayuno de Trabajo bajo el título Perú y la Alianza del Pacífico: Perspectivas actuales. Para dicho encuentro se contó con la participación de José Antonio García Belaunde, Embajador de Perú en España y Ex Ministro de Relaciones Exteriores.
Perú ha oscilado históricamente entre periodos económicos dirigistas y periodos económicos más libres y orientados al libre comercio. Durante los años setenta el país se embarcó en un proceso de orientación hacia una economía dirigista, en la que el peso del Estado en el comercio y en la economía era muy elevado. Llegados los años ochenta y a raíz de la crisis de deuda que afectó a toda la región se produjo un periodo de tímida apertura económica aunque agravó la fallida integración regional.
El punto clave para el continente sin embargo surgió en los años noventa, cuando la aparición del Bolivarianismo planteó un nuevo esquema de divisiones en la región, que a partir de ese momento quedó dividida en dos bandos. Es en este contexto, tras la emergencia del Bolivarianismo en la zona que los distintos países se vieron obligados a tomar una decisión; la primera opción era el retorno al proteccionismo de los años sesenta y setenta, mientras que la segunda opción era abrazar la globalización. Esta división entre proteccionistas y librecambistas cambió por completo las interacciones entre los países de la región. Hasta ese momento las relaciones entre los países en la zona habían estado basadas en la vecindad, y en adelante se basarían en la afinidad.
En este contexto de relaciones de afinidad surgió la Alianza del Pacífico (AP), que podríamos definir como un acuerdo de libre comercio con aspiraciones a convertirse en un mercado común. La Alianza del Pacífico carece de una institucionalidad propiamente dicha, lo que hace que sea una organización muy flexible y adaptable. Los países de la Alianza han sido siempre muy renuentes a instaurar procesos de institucionalización, considerando que el esquema actual de la organización es el que más futuro tiene.
Ante la posibilidad de abrirse a otros países, no se considera oportuno abrirse a países sin tradición aperturista, como los países del Mercosur. El MercosurR tiene un marcado carácter proteccionista por lo que no se ve con buenos ojos la integración entre ambos. Sin embargo, sí se considera como positivo el papel de UNASUR, considerándolo como un espacio de concentración política para conseguir articular America Latina.
En lo referente a Perú podemos considerar que, tras pasar dificultades económicas en el pasado (hiperinflación, guerras arancelarias o subsidios indiscriminados) se encuentra actualmente en un periodo de bonanza económica cuya economía lleva creciendo de forma ininterrumpida 16 años. El país ha conseguido crear una vigorosa clase media y es estable políticamente, prueba de ello es la intención de formar parte de la OCDE antes del año 2021. Por otro lado, continúa presentando dificultades, sobre todo en el ámbito de unas instituciones y la dificultad del país para proveer de forma adecuada algunos servicios básicos como la presteza de la justicia o la seguridad ciudadana.
Al final del encuentro se abrió el turno de preguntas dónde se debatieron temas cómo el Fujimorismo, el nuevo paradigma regional tras la elección de Trump, la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, la relación entre Brasil y Perú o el tratado TPP.
Carlos Farré
INCIPE
