Regional Security Network in the Asia-Pacific and Japan
INCIPE celebró el pasado viernes 20 de enero un Desayuno de Trabajo bajo el título Regional Security Network in the Asia-Pacific and Japan. Para dicho encuentro se contó con la participación de Go Ito, Profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Meiji en Japón.
La región de Asia-Pacífico afronta en estos momentos un periodo de cambio en términos de seguridad y defensa. Esta región que fue en el pasado uno de los vértices más calientes durante la Guerra Fría actualmente se traduce como área de influencia estadounidense, especialmente en países como Japón, Corea del Sur y Taiwán. La llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, junto con sus políticas proteccionistas y marcadamente aislacionistas, parece indicar un posible cambio en la configuración de la seguridad y la defensa de la zona.
El presidente Trump abogó abiertamente durante su campaña electoral por una retirada de tropas de la zona, así como más exigencias monetarias a Japón con el pretesto de mantener dichas tropas. En Japón, que contribuye actualmente con un 75% del coste de mantenimiento de las tropas estadounidenses en la zona, no parece que exista mucha voluntad política de aumentar dicha dotación. El nuevo escenario tras la elección Trump es visto en Japón como una oportunidad para ser más independientes en términos de defensa dejando así de depender, casi de forma exclusiva, de los Estados Unidos. La visión tradicional de muchos ciudadanos japoneses de los estadounidenses ayuda a entender la posibilidad que finalmente se adopte en Japón una política destinada a asegurarse más márgenes de independencia en lo que respecta a su defensa.
En la región también está presente las reclamaciones territoriales por parte de China en el Mar de China. En el sur las pretensiones chinas colisionan con los intereses de las naciones de la región, las cuales también declaran sus pretensiones soberanas sobre parte del territorio. Las naciones afectadas por estas tensiones son además de China: Vietnam, Filipinas, Taiwan, Malasia y Brunei. En un principio, puede parecer que se trata de una reclamación menor al no tener los territorios reclamados mucho valor intrínseco; no obstante, al tratarse de una zona poco estudiada podrían existir importantes reservas de materias primas como gas o petróleo. También se trata de la principal ruta de comercio marítimo entre Asia y los países del Golfo Pérsico y África de los cuales China y Japón dependen en gran medida para seguir creciendo al ritmo de las últimas décadas. En el Mar de China Oriental también se están produciendo reclamaciones de soberanía china sobre las islas Senkaku, dichas islas pertenecen a Japón desde el final de la primera guerra Chino-Japonesa de 1894.
La creciente interdependencia de la región juega, sin duda alguna, un papel clave en la resolución de todos estos problemas. La apertura China al comercio global, así como el crecimiento de las exportaciones japonesas desde los años 70 han convertido a la región en uno de los centros de intercambio más grandes e importantes del mundo. Por ello, tanto Japón como China perciben con preocupación la elección de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos, dadoa su marcado carácter proteccionista. La interdependencia y la necesidad de seguir recibiendo los suministros necesarios de materias primas, así como la defensa de las rutas marítimas explican también en gran medida las reclamaciones Chinas en el sur del Mar de China. Tanto China como Japón ven como una prioridad mantener el control de la ruta marítima que pasa por el estrecho de Malaca y el sur del Mar de China, que resulta la forma más barata y eficiente de transportar mercancías por la zona.
Carlos Farré
INCIPE