Jornada: El Ejército de Tierra y la defensa europea


Madrid 14 de febrero de 2006

La Jornada sobre “El Ejército de Tierra y la Defensa Europea”, de medio día de duración, se celebró en el Salón de Actos de Arapiles, 14, en Madrid, el 14 de febrero de 2006 y contó con la asistencia de más de 200 personas. La Jornada constituía la tercera de una serie de actividades de difusión sobre la participación de los Ejércitos españoles en la Defensa Europea organizadas en colaboración con el Observatorio Europeo de Seguridad y Defensa (OESD), creado en 2004 y presidido por Luis Solana, miembro también del patronato del INCIPE.

Los temas analizados fueron la modernización de las Fuerzas Armadas españolas –con especial mención al Ejército de Tierra- y su aportación a las capacidades militares de la Unión Europea. A todo ello hizo referencia el Secretario de Estado de Defensa, Francisco Pardo, encargado de inaugurar el seminario con un discurso orientado a explicar la política del Ministerio de Defensa para lograr su objetivo prioritario: la modernización y la transformación de las Fuerzas Armadas, haciéndolas cada vez más eficaces para el servicio a la sociedad. Dentro de las grandes líneas de su discurso, Francisco Pardo tuvo palabras de reconocimiento para la labor del Ejército de Tierra, “que, por su antigüedad y entidad –aseguró-, ha ocupado siempre un lugar destacado dentro de la organización militar”, que conforman el citado componente de Tierra, junto al del Aire y a la Armada. Así, para poder afrontar las nuevas necesidades de la defensa que han surgido en las sociedades, a raíz del profundo cambio que ha experimentado el escenario estratégico mundial en las últimas décadas, se ha hecho necesario un cambio de la concepción de la defensa. La necesidad de una “defensa colectiva”, según Pardo, exige que la de España sea una presencia fuerte en Europa para contribuir a que Europa potencie su papel en el concierto internacional.

“Nuestras Fuerzas Armadas necesitan, por un lado, un proceso de transformación que las adapte a los nuevos tiempos, a los nuevos escenarios y a las nuevas misiones. Y, por otro, una política exterior de defensa potente, que les permita desenvolverse con eficacia dentro y fuera de nuestras fronteras, a la altura de los mejores ejércitos del mundo”, sostuvo Pardo. En este sentido, las misiones internacionales de paz realizadas por las Fuerzas Armadas españolas se han convertido en un instrumento clave de la acción exterior del Estado, que ya contempla la nueva Ley Orgánica de la Defensa Nacional, aprobada en 2005. Tal y como indicó el Secretario de Estado, en la actualidad tenemos 2.078 soldados en el exterior, cumpliendo su misión de paz en Haití, Afganistán, Bosnia, Kosovo y, hasta hace muy poco, en Pakistán.

El Secretario de Estado de Defensa se refirió también al proceso de transformación de las Fuerzas Armadas que ha emprendido el Ministerio de Defensa y quiso recordar que, en los últimos años, el Ejército de Tierra ha sido, posiblemente, el que más transformaciones ha experimentado, a través de la aplicación de los planes META (1983), RETO (1991) y NORTE (1994), que han supuesto una profunda modificación de su composición orgánica, del despliegue de sus unidades y de sus capacidades.

Todos estos cambios han hecho posible que las FAS tengan la suficiente confianza en sus capacidades y estructuras como para participar en cada iniciativa en la Defensa global, y afrontar los retos que vayan surgiendo. Y es que, “los Ejércitos no están hechos para participar sólo en guerras, sino que su función es la de servir a la sociedad en el momento y en el contexto en que ésta los necesite, y con las acciones que sean necesarias”, recordó el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, General de Ejército José Antonio García González, durante su intervención.

En la Jornada, tampoco faltó un análisis de la transformación de los ejércitos desde el prisma económico. El impulso modernizador dentro de las Fuerzas Armadas no es algo nuevo, y la necesidad de un presupuesto sólido y en aumento es la principal demanda. Sin embargo, se apuntó otra lectura de este gasto en Defensa, y es que se trata de un desembolso que genera más presencia internacional, así como un importante desarrollo de la industria que se dedica a este campo dentro de España. La dinámica permanente de transformación que está teniendo lugar dentro del Ejército de Tierra es la respuesta a las nuevas necesidades de Defensa que surgen en la escena internacional, ya que, por su parte, hay una vocación absoluta de participar en las organizaciones y en las nuevas iniciativas dentro de la Defensa global.

Sin embargo, no es suficiente con dotar a los Ejércitos de los avances tecnológicos más punteros; es igualmente necesario cubrir sus necesidades del día a día, contar con los medios necesarios para que se pueda funcionar a todos los niveles. Para satisfacer estas necesidades, también es fundamental el reclutamiento. Durante 2005, el número de soldados y marineros que integran las Fuerzas Armadas se incrementó en más de 3.000; y se espera que durante el presente año las cifras sigan en ascenso. Las mejoras que contempla la nueva Ley de Tropa y Marinería, así como los convenios que el Ministerio de Defensa ha suscrito con organizaciones y Ayuntamientos, para que faciliten la inserción laboral de los militares cuando abandonen los Ejércitos, son medidas que pretenden hacer del modelo de profesionalización militar una auténtica alternativa para los jóvenes.

Battle Groups
Dentro del proyecto de Constitución Europea, existe un apartado dedicado a la Política de Seguridad y Defensa (PESD); no obstante, la UE sólo tiene elaborada una Estrategia de Defensa, el Documento Solana, pero carece de un modelo de ejecución. Así lo afirmó el Jefe de la Escuela de Altos Estudios de la Defensa, General de División Jesús
Argumosa Pila. Y es que, tras los cinco primeros años de vida de la PESD, la UE se haya inmersa en un proceso de avance en materia de Defensa muy lento.

En cuanto a sus capacidades militares, las fuerzas terrestres parecen ser el principal motor de las estructuras con que cuenta la Unión, que son el Eurocuerpo y Eurofor. En 2004, se introdujo una importante novedad: la creación de los Battle Groups —Grupos de Combate—, basados en unidades tipo batallón de 1.500 efectivos, de alta disponibilidad, desplegables en unos pocos días y capaces de gestionar de forma autónoma una situación de crisis. Actualmente, la UE cuenta con diecinueve Grupos de Combate, que cubrirían las necesidades de la fuerza terrestre hasta 2011. Pero se precisan soluciones multinacionales, centros de control y centros de formación con carácter multinacional para que la capacidad militar de la Unión alcance todos los objetivos que se ha marcado. Tanto el Eurocuerpo como el Eurofor, dedicados principalmente a desarrollar Misiones Petersberg —operaciones de paz—, deben superar algunas carencias en los próximos años, como señaló el Jefe de la División de Planes del Ejército de Tierra, General de División José Luis López Rose. Es necesario mejorar la capacidad de respuesta de acción, para que sean capaces de actuar antes incluso de que una crisis estalle. Según el plan de modernización Objetivo Global 2010, los Grupos de Combate deben ser un instrumento de respuesta rápida basado en el agrupamiento terrestre, con la capacidad de desplegar unidades de acción en menos de 10 días, a una distancia de 6.000 kilómetros y sostenible de 30 a 120 días. Para lograrlo, aún quedan cuestiones pendientes de ser reformadas en los mecanismos de Defensa europeos, como la mejora de la rapidez de respuesta; un avance que radicará en potenciar la movilidad incrementando las brigadas ligeras, de transmisiones e ingenieros.

El Ejército de Tierra español contribuye a la fuerza europea con un Cuartel General Terrestre de alta disponibilidad, un Cuartel General de División, una brigada, unidades de apoyo de combate, unidades de apoyo logístico y su intervención en dos de los tres Grupos de Combate en los que participa España —uno como nación marco, y el otro dentro de la Brigada Franco-Alemana—, lo que supone un total del 10% del Eurocuerpo, que podría materializarse en 6.000 efectivos, como recordó el General de Brigada Eduardo Rodríguez Alonso. Jefe de Operaciones del estado Mayor de la UE.

Por último, Antonio Oyarzábal, Presidente de Santa Bárbara Sistemas hizo una breve reflexión acerca de la industria de defensa con una presentación sobre “SBS en el presente y el futuro del Ejército”. La clausura corrió a cargo del JEME.

La Jornada contó con el apoyo y patrocinio del Ministerio de Defensa-Ejército de Tierra y General Dynamics – SBS. Está prevista la publicación de un libro que recoja las ponencias y debates de las cuatro jornadas monográficas OESD-INCIPE sobre “La Defensa Europea” celebradas con cada uno de los tres ejércitos y el Estado Mayor en 2005 y 2006.

INCIPE – Revista Española de Defensa (RED)

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