El efecto Biden: oportunidades y retos para el multilateralismo


INCIPE y la Fundación Consejo España-EE.UU. han inaugurado el 12 de enero el II Ciclo de encuentro digitales Grandes Potencias: Estados Unidos con la conferencia “El efecto Biden: oportunidades y retos para el multilateralismo” a cargo de Javier Solana, ministro de Asuntos Exteriores (1992-1995), secretario general de la OTAN (1995-1999), alto representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea (1999-2009), y actual presidente del Centro de Economía y Geopolítica Global de ESADE. Esta sesión inaugural fue presentada por Juan Lládo, presidente de Técnicas Reunidas, presidente de la Fundación Consejo España-EE.UU. y vicepresidente de INCIPE.

Tras las elecciones de noviembre de 2020, donde Joe Biden fue elegido presidente electo de los Estados Unidos, y los más recientes acontecimientos en el Capitolio, la comunidad internacional se pregunta qué está pasando en Estados Unidos, sus consecuencias a medio y largo plazo y cuáles pueden ser las líneas maestras de su política exterior, fundamentalmente con potencias como China, la Unión Europea y Rusia.

“Estados Unidos es mucho más que Trump”, puntualiza Javier Solana al inicio de su intervención. Desde 1966 Solana ha estado estrechamente vinculado a Estados Unidos, dónde cursó un programa de doctorado en física gracias al programa de becas Fulbright. “Solo el 20% de los republicanos y de los demócratas, creen que los del otro partido, comparten sus mismos objetivos y valores e, incluso, una misma comprensión de lo que quiere decir América”, señala Solana. Esa falta de cohesión para un país como Estados Unidos complica la convivencia de una ciudadanía tan heterogenia. Además, los cuatro años de la Administración Trump han aumentado el desencuentro y las fisuras. suponiendo un enorme reto para el nuevo gobierno.

Las elecciones, sin lugar a dudas, las ha ganado el candidato demócrata, tanto en voto popular como en el Colegio Electoral. Incluso ha ratificado la victoria con una elección importante en el estado de Georgia, que le otorga la mayoría en el Senado. Merece la pena destacar el Gabinete que la Administración Biden está formando, compuesto por personas altamente cualificadas, eficaces e inspiradoras. El mejor ejemplo es la propia vicepresidenta electa de los Estados Unidos, Kamala Harris, con un perfil político y personal sumamente interesante. Harris, que se postuló para la nominación demócrata de 2020 a la Presidencia, ha sido fiscal general de estado de California (2011-2017) y senadora por California (2017-2021).

Sin embargo, según el criterio de Solana, Biden se ha arriesgado poniendo a un militar al frente del Departamento de Defensa. Lloyd Austid, nuevo secretario de Defensa, será el tercer militar que ocupe este cargo; la primera vez fue con el presidente Truman y en segunda ocasión con el presidente Trump. Por último, el más reciente nombramiento de Biden es el nuevo director general de la CIA, el diplomático William Burns. Solana considera este nombramiento un acierto magistral, dada su impecable trayectoria profesional en puestos como embajador de los Estados Unidos en Moscú. «Burns es una persona con pocas ganas de hacer ruido, pero muchas ganas de hacer cambios. Una persona de amplísima mirada», señala Solana.

La doctrina de la nueva administración se puede resumir en la frase «lead not by example of power, but power of our example», pronuncia por el propio Biden. Es un claro ejemplo de que su gobierno pretende recuperar el soft power. También propone una política exterior «que repercuta en las clases medias del país», con una gestión más positiva de la globalización y con la voluntad de beneficiar a aquellos que han sufrido más. Respecto a su presencia en organizaciones internacionales, según el juicio de Javier Solana, el primer paso de Estados Unidos debe ser volver a la Organización Mundial de la Salud (OMS), fundamental para una respuesta coordinada y global ante la Covid-19. Además, la Organización Mundial del Comercio (OMC) debe reactivarse, entre otras razones porque juega un papel principal en las relaciones de Estados Unidos con China. Por último, cabe mencionar dos acuerdos internacionales esenciales a los que debería volver Estados Unidos: el Acuerdo de París sobre cambioo climático y el Acuerdo nuclear internacional firmado con Teherán en el 2015.

Aranzazu Álvarez
INCIPE

Podrás visualizar el encuentro digital en este enlace

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