Retos Estratégicos en la era de globalización
El pasado 8 de octubre, el Instituto de Cuestiones Internacionales y Política Exterior (INCIPE) organizó el Seminario de Retos Estratégicos en la era de la globalización, cuya inauguración corrió a cargo de D. Vicente Garrido, Director de INCIPE y el Almirante D. Juan Francisco Martínez Núñez, Secretario General de Política de Defensa (SEGENPOL), del Ministerio de Defensa.
La Conferencia Inaugural corrió a cargo del General de Ejército (r.) D. Félix Sanz Roldán, Ex Secretario de Estado-Director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que, en su intervención, puso en contexto la situación global en la que nos encontramos. Se avecinan cambios y nuevos retos estratégicos de distinta índole producto de la globalización, pero igualmente es relevante conocer la historia para contextualizar de dónde venimos; bajo un orden que no ha sido nunca estático y que ha requerido de reglas y normas para que las sociedades se entiendan y progresen.
Primera Mesa Redonda: Claves geopolíticas de un mundo cambiante
La primera Mesa Redonda, bajo el nombre de Claves geopolíticas de un mundo cambiante, estuvo moderada por D. Luis Solana, Vicepresidente de INCIPE y Presidente de Telefónica Open Future. La Mesa contó con las presencias de D. Eduardo Serra, Ex Ministro de Defensa y Presidente de Serra y Asociados y Presidente de Honor de INCIPE, D. Felipe Sahagún, Periodista y Miembro del Consejo Editorial del diario El Mundo, además de Profesor Titular de Relaciones Internacionales en la UCM y por último, el Coronel D. José Luis Calvo, Director de la División de Coordinación y Estudio de Seguridad y Defensa del Ministerio de Defensa.
Durante este primer panel, D. Luis Solana ponía sobre la mesa una cuestión simple pero muy acertada: ¿de qué nos defendemos y con qué nos defendemos? Ante una era tecnológica que trae nuevas cuestiones y retos diferentes a los tradicionalmente conocidos, es conveniente emprender un proceso de concienciación sobre estas cuestiones, especialmente por parte de la sociedad.
D. Eduardo Serra ilustró a cerca de la importancia de la primera revolución tecnológica en nuestros días la cual conlleva a nuevos retos y escenarios como el cibernético. La globalización, que ha sido en parte producto de la tecnología, ha transformado nuestras sociedades, tanto de manera positiva como negativa. Este aspecto negativo hace que el sistema internacional se tambalee y que la pugna por el poder mundial sea más que evidente, especialmente entre China y Estados Unidos. Estados Unidos -el país abanderado de la democracia y de ser un modelo ejemplar a seguir-, ha cambiado su visión nacional y de las relaciones internacionales lo cual provoca giros, a veces impredecibles y preocupantes. Si bien el elemento militar sigue y seguirá siendo esencial en la seguridad y defensa de los Estados, los instrumentos de guerra tradicionales también han sufrido los efectos de la revolución tecnológica y en consecuencia, tendrán que adaptarse a la nueva realidad tecnológica y digital. También, otro tipo de retos son el cambio climático el cual está provocando efectos ya palpables en muchas regiones y que en el futuro las consecuencias podrían ser devastadoras. Asimismo, los flujos migratorios y la superpoblación en determinadas regiones son otros factores a considerar. Es de vital importancia la construcción de una Europa fuerte, unida y sólida frente a momentos de debilidad y fragmentación debido a la compleja realidad en la que estamos inmersos, propia de un mundo en constante cambio. Es la única vía de afrontar los retos y oportunidades tanto presentes como futuros.
Por su parte, Felipe Sahagún expuso con mucho acierto a través de distintos informes, citas y presentaciones los retos estratégicos existentes, en gran parte fruto de la saturación de información y el ruido resultante. Así, ejemplificaba la visión más extendida generalizada sobre Putin en Occidente recordando algunos hechos que explican la situación actual de Rusia en regiones geopolíticas clave como Oriente Próximo y África. Al mismo tiempo, Rusia se está beneficiando de vacíos de poder producto de pérdida progresiva del liderazgo de Estados Unidos. Además, el ponente subrayaba los profundos cambios tanto internos como externos que están sufriendo los principales actores internacionales producto de una transición vertiginosa a distintos niveles, entre los cuales destacaba el derrumbe de centro político en democracias avanzadas; las tendencias centrífugas en las estructuras internacionales y regionales dominantes, el aumento del autoritarismo y finalmente el colapso del liderazgo moral de EEUU. Este hecho se ve apoyado por la comparativa que hizo el ponente con unas citas de ex presidentes norteamericanos, W. Bush y Clinton que abogaban por una visión multilateralita y la unión de la comunidad internacional de las democracias de mercado. Así, sugirió una pregunta sobre si el Presidente Donald Trump era el gran irruptor del orden establecido. Además, formuló serie de interrogantes que podían aplicarse tanto hace 20 años como actualmente para tratar de comprender el mundo complejo en el que vivimos así como a qué países se les podían aplicar esos interrogantes de manera positiva.
Para concluir la primera Mesa Redonda, el Coronel José Luis Calvo, explicaba que nos encontramos en una época pacífica, de hecho, una de las más pacíficas de la humanidad, una afirmación sorporendente si tenemos en cuenta la abrumadora cantidad de información que describe este periodo comento como sumamente conflictivo. Nos encontramos en la circunstancia de que se pone en duda el sistema internacional escudándose en los problemas políticos, económicos y sociales que atravesamos.
No obstante, la situación bien puede considerarse diferente. El orden que se mantiene desde el final de la Segunda Guerra Mundial nos ha evitado conflictividad y catástrofes propiciando armonía, paz y coherencia al sistema. Asimismo, la interconexión política es muy significante. Afortunadamente, los países se benefician de los continuos foros, organizaciones internacionales que permiten dialogar, mediar y negociar sobre cuestiones que potencialmente podrían derivar en conflictos y guerras. Por último, las armas nucleares, un elemento de contención y disuasión que, paradójicamente, previene escaladas entre las grandes potencias. Pese a todo, se puede observa un deterioro en los elementos que mantienen la paz y en favor de otros disruptivos como ciberespacio, la guerra de información, la robótica y la inteligencia artificial, entre otros. Estas nuevas tendencias vinculadas a la revolución tecnológica alcanzarán su máxima eficacia de empleo cuando se integran en el sistema, por eso, es tarea de los estados implementar medidas que permitan una adaptación flexible y nunca quedarse atrás, sobre todo en la cuestión tecnológica.
Segunda Mesa Redonda: Los escenarios de seguridad y la gestión de los riesgos
La segunda Mesa Redonda, titulada Los escenarios de seguridad y la gestión de los riesgos, estuvo moderada por GD D. José Luis Figuero, Director del Gabinete Técnico del SEGENPOL del Ministerio de Defensa. Para debatir este panel, se contó con la participación del GD D. Miguel Ángel Ballesteros, Director General del Departamento de Seguridad Nacional, Presidencia del Gobierno, la Comisaria Principal Dña. Pilar Allué Blasco, Subdirectora General de Recursos Humanos y Formación del Cuerpo Nacional de la Policía del Ministerio del Interior y D. Fernando Sánchez Gómez, Director del Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad (CNPIC), Secretaría de Estado de Seguridad, perteneciente al Ministerio del Interior.
Para comenzar el segundo panel del seminario, D. Miguel Ángel Ballesteros comenzaba definiendo el término Seguridad Nacional como la protección de los intereses nacionales. La Estrategia de Seguridad Nacional de 2017 en vigor presenta las dinámicas de trasformación de la seguridad global. En este sentido, la geopolítica es un factor determinante, junto con la irrupción de otras potencias emergentes que aspiran al poder en todos los ámbitos y en regiones geopolíticas claves como Rusial. La situación en Oriente Medio también se presenta en disputa entre Irán y Arabia Saudita, una región de la que Occidente depende mucho, por lo que la inestabilidad en la región también socava las estructuras internacionales. La lucha por el liderazgo económico también es más que evidente, sobre todo por Pekín, que aspira a alcanzar el liderazgo en el ámbito militar, político y económico. Este ámbito también se ve fracturado por el auge del proteccionismo, sobre todo por parte de Estados Unidos. Existe también una cierta polarización social, especialmente en temas políticos que inevitablemente conlleva a que ciertos sectores sociales tomen posiciones muy extremas favoreciendo esa fragmentación previamente mencionada, algo que se observa por ejemplo en el seno de la Unión Europea. Asimismo, como consecuencia de la revolución tecnológica, estamos presenciando el fenómeno de las fake news y la desinformación, dónde faltan instrumentos eficaces para combatirlo. El ritmo de las transformaciones es vertiginoso, y vemos cómo la tecnología nos arrastra por diferentes caminos, unos más positivos que otros, sobre todo, el fenómeno del 5G que desafía las estructuras implantadas desde décadas con la aparición del espacio cibernético. La aparición del actor no estatal se erige como un nuevo reto con grandes capacidades de influencia frente a estados, administraciones, etc. que también nos debilita. Con todo ello, es de vital importancia ser capaces de adaptar nuestros sistemas de seguridad a estos riesgos tan complejos e inciertos para ofrecer respuestas multifacéticas.
La Comisaria Principal Pilar Allué, durante su intervención, remarcó la importancia de la participación de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad en el sistema de seguridad nacional. Asimismo, se dirigió principalmente a los jóvenes a fin de hacerles conocedores del papel fundamental que juegan en la seguridad nacional así como la gran responsabilidad que conlleva, que en muchos casos no goza de la visibilidad que merece. El concepto de Seguridad Nacional está ligado a una gran variedad de áreas tales como áreas sociales, económicas, tecnológicas que, ante el devenir del mundo, requieren una coordinación por parte de los distintos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. En este caso, la participación del Cuerpo Nacional de Policía es esencial, de ahí a que colabore y participe en mayor o menor medida en todos los ámbitos de la Seguridad Nacional, especialmente en ámbitos como la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, la no proliferación de armas de destrucción masiva, la ciberseguridad, la protección de infraestructuras críticas, la ordenación de los flujos migratorios y la protección ante situaciones de emergencia y catástrofes. Por otro lado, también señalaba la importancia de la participación en foros desde un punto de vista estratégico de cada a unir esfuerzos para enfrentarse a los nuevos retos y así ser capaces de garantizar la seguridad nacional desde el punto de vista de la estrategia. El Cuerpo Nacional de Policía, configurado por 65.037 efectivos de los cuales cerca de 10.000 son mujeres –uno de los mayores porcentajes de nuestra historia desde 1979– está regido por un código ético en el que los principios de legalidad, responsabilidad, de prestación ininterrumpida, transparencia, imparcialidad e integridad, entre otros, quedan garantizados. Por lo tanto, en una época de incertidumbre, de elementos desafiantes que se infiltran dentro de nuestras fronteras con capacidades limitadas en ciertos casos, como bien indicaba la ponente, la mejor respuesta es la flexibilidad, el estar al corriente de las nuevas tecnologías y cuidar el componente humano.
Por último, D. Fernando Sánchez Gómez, Director del Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad (CNPIC), remarcaba la importancia de la ciberseguridad, una nueva área que se ha introducido en la agenda política nacional. Como resultado de la globalización, la irrupción de las nuevas tecnologías y nuevos actores no estatales ponen en jaque el sistema que rige la sociedad internacional. De esta manera, ha cambiando la capacidad de influencia tradicional del estado a otro tipo de influencia vinculada a la red. Así, el ponente ejemplificaba esto con la capacidad de influencia que han adoptado compañías como Facebook, WhatsApp, Amazon, Google, Apple, etc. En ese caso, los GAFA presentan un valor de mercado de casi unos 4 billones de dólares, lo cual equivale a los valores de Francia y el doble de España. Por su parte, Amazon llega a albergar más población que un estado tradicional. Además, el ponente mencionaba que no sólo los focos de influencia estaban cambiando sino que también lo están haciendo los objetivos, meramente cibernéticos. Retos a la seguridad como el terrorismo, que hace escasos años elevaba los niveles de seguridad en muchos países, ha pasado a un segundo plano ante la penetración de otras fuerzas como las mencionadas anteriormente. No obstante, no estamos exentos de peligro sino que el riesgo es menor. Es necesario establecer infraestructuras de seguridad sólidas y mecanismos eficientes para combatir estos nuevos riesgos, especialmente en un país desarrollado como España, en el que es de vital importancia garantizar elementos esenciales y básicos como el agua, la electricidad, los servicios bancarios, el transporte, las telecomunicaciones, etc. a fin de evitar el efecto cascada que mencionaba el ponente ya que al fin y al cabo todos estos elementos están íntimamente interrelacionados. Por tanto es importante conocer a qué nos enfrentamos e invertir en algo tan fundamental como es nuestra seguridad y defensa.
Para concluir el seminario, acompañando a D. Vicente Garrido, se contó con la intervención del General del Ejército D. Fernando Alejandre Martínez, Jefe del Estado Mayor de la Defensa. Como parte de la clausura de la jornada, el JEMAD quiso apelar en una primera instancia al público más juvenil para hacerles comprender la importancia de las Fuerzas Armadas y su labor diaria de velar por nuestra seguridad de garantizar el bienestar y libertad en todos los ámbitos. Para ello, hizo referencia a los 13.000 hombres y mujeres que componen el cuerpo así como las funciones que desempeñan tanto a nivel nacional como en el exterior a través de misiones a lo largo de 4 continentes. Destacó también los mayores retos estratégicos a los que nos enfrentamos los cuales han emergido con fuerza de la mano de la globalización y que suponen complejas consecuencias para el orden internacional. El fenómeno de la globalización nos aventaja un mundo interconectado e interdependiente en el seno de las comunidades humanas y del mundo global, pero a su vez, se ha convertido en un aparato fragmentador en términos del sistema de valores por el cual se rigen las distintas partes del mundo así como sus comunidades. Todo ello dificulta la gestión de las cuestiones globales, a lo que se le suma una creciente tendencia al autoritarismo. Asimismo, la puesta en cuestionamiento del orden establecido tras la Segunda Guerra Mundial, el cual fue el catalizador del proceso globalizador que resultó en los actuales niveles de desarrollo económico y social, es otro elemento considerablemente desestabilizador. De esta manera, los ejes de influencia se han trasladado a Asia, donde comienza a nacer un nuevo núcleo de poder, una zona con un gran potencial debido a que alberga más de la mitad de la población mundial. Con todo ello, el papel que desempeñan las fuerzas armadas es vital para la defensa de los intereses nacionales relativos a la soberanía nacional, la integridad nacional y la consecución de un orden nacional e internacional estable capaz de afrontar los retos del presente y el futuro.
Nereida Pérez
INCIPE