Política de la UE hacia el Sahel
El 23 de junio 2017, Incipe celebró un Desayuno de Trabajo bajo el título Política de la UE hacia el Sahel. Para ello se contó con la participación de Ángel Losada, Representante Especial de la Unión Europea para el Sahel.
Para entender la situación por la que atraviesa el Sahel, primero resulta fundamental conocer la región. El Sahel está compuesto por doce países con características geográficas similares. Actualmente, se enfrenta a una serie de crisis, principalmente en Libia, Mali y el norte de Nigeria. Esta situación ejemplifica que el principal desafío de la región comienzan con la seguridad.
Hay muchos factores que influyen en generar sociedades inseguras, como un gobierno corrupto, los tráficos ilícitos, grupos radicales y armados y, además, otros retos relacionados con el desarrollo y cuestiones climáticas. A este respecto, el paulatino aumento de la temperatura ha afectado negativamente a la vegetación y cultivos, suponiendo una amenaza al sustento de miles de familias. Una falta de preparación hacia el cambio climático podría causar mayor inestabilidad, hambre y pobreza en la región.
Asimismo, resulta fundamental prestar atención a los retos demográficos y crisis humanitarias. En países como Níger actualmente la tasa de natalidad es muy alta, con cerca de 8 hijos por cada madre, lo cuál hace insostenible mantener el estado de bienestar.
Para atajar estas crisis es importante entender el enorme vínculo entre desarrollo y seguridad. Un país no puede desarrollarse sin seguridad, proporcionada por parte del estado. Sin embargo, hay diferentes canales a través de los cuáles la Unión Europea presta ayuda. Instrumentos institucionales y apoyo financiero son fundamentales para reforzar las capacidades del Sahel. Entre 2014 y 2020 la Unión Europea habrá invertido cerca de 3.500 millones de euros con el objetivo de reforzar estructuras cruciales y entrenar personal militar, entre otros aspectos. A esta cifra hay que sumar el dinero que los países ofrecen de forma individual para ayuda a desarrollar en la región, hasta alcanzar un total cerca de 8.000 millones de euros.
Otra cuestión fundamental en el Sahel es asegurar las fronteras. La mayor parte de la migración ocurre entre los países de la región y es importante aconocer estos flujos migratorios. Las tres fronteras cruciales a asegurar son: la frontera oeste entre Mali y Mauritania, la frontera de Mali, Níger y Burkina Faso y la frontera este entre Níger y Chad. Asegurar y mantener control de las fronteras tendrá un gran impacto sobre el desarrollo de los países. Garantizar la seguridad es un paso crucial para resolver la crisis actual de la región del Sahel.
Sophia Scearce
INCIPE